El tratamiento farmacológico solo no será suficiente para controlar todos los desafíos físicos y psicológicos que se presentan con la fibrosis pulmonar. El ejercicio es una parte clave para mantener el bienestar físico y mental, y puede ayudarlo a manejar mejor la fibrosis pulmonar y permanecer más activo. El ejercicio también puede mejorar su calidad de vida general.¹ Hay muchas maneras de mantenerse activo, como caminar, hacer ejercicios de fuerza y disfrutar de pasatiempos.

 

Incluso los ejercicios simples pueden marcar la diferencia

Si no está acostumbrado a llevar un estilo de vida activo, la idea de hacer ejercicio regular puede parecer abrumadora. Sin embargo, incluso los ejercicios simples pueden marcar una gran diferencia en su bienestar.

Por momentos, puede resultar difícil comenzar, pero todos los pequeños esfuerzos ayudan. Pruebe con ejercicios simples y ligeros, y apunte a hacerlos entre 15 y 30 minutos por día; estos son algunos ejemplos:

• Caminatas.

• Jardinería.

• Estiramiento ligero.

 

Deberá crear una rutina de ejercicios que se adapte a sus necesidades. El ejercicio regular lo ayudará a sentirse más fuerte y a realizar las actividades cotidianas.¹

Algunos de los beneficios que podría obtener del ejercicio son los siguientes:¹

• Mejorías en la fortaleza, la resistencia, la agilidad y la coordinación.

• Aumento de la aptitud física.

• Reducción de la falta de aire.

• Mayor movilidad y calidad de vida.

• Mejorías en el bienestar emocional.

Sugerencias simples para agregar el ejercicio a su vida diaria^1,2

Los beneficios del ejercicio ayudarán a su bienestar tanto mental como físico. Sin embargo, puede ser difícil saber por dónde empezar.

A continuación, se presentan algunas sugerencias rápidas para ayudarlo a comenzar a hacer ejercicio:

1. Hable con su equipo de tratamiento antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio o actividad física. Su equipo de tratamiento podrá analizar cuál es la actividad más recomendable y apta para usted.

2. Incluya ejercicio en su vida diaria. Confíe en su cuerpo y trate de moverse más durante sus actividades cotidianas, como caminar, limpiar o hacer jardinería.

3. Elija un objetivo pequeño primero, como algo que necesite un poco más de esfuerzo, por ejemplo subir un piso por las escaleras o ir de compras a pie.

4. Divida su objetivo de ejercicio en etapas breves. Si completa una, esa ya es una pequeña victoria que lo motivará a probar con la siguiente.

5. Mantenga un registro personal de las actividades que realiza para analizarlas con su equipo de tratamiento.

6. Si no sabe dónde comenzar, hable con su equipo de tratamiento. Este podrá recomendarle opciones de ejercicio que podrá hacer solo o en grupo.

A muchas personas con fibrosis pulmonar se les ofrecerá un programa de rehabilitación pulmonar. Esto incluye formación educativa sobre la fibrosis pulmonar, como así también ejercicios de apoyo que pueden realizarse en grupo.

 

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Yoga para fibrosis pulmonar

El yoga es una práctica antigua que combina ejercicios con técnicas de respiración y meditación. Puede ayudar a mejorar la salud física y emocional de quienes lo practican con regularidad.

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Conclusiones