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La Vida Despues de un ACV

La vida después 
de un ACV

La vida continua después de un 
accidente cerebrovascular (ACV)

Consejos para familiares y cuidadores

Si usted es cuidador, familiar o amigo de una persona que ha sufrido un ACV, su papel es fundamental; debe acompañar al paciente en la rehabilitación, e idealmente debe conocer los síntomas del ACV por si hay una recurrencia. Debe ser paciente y comprender los vaivenes anímicos que puede sufrir la persona que padece las secuelas; también tiene que saber que usted mismo, en el rol de cuidador, puede sentir mucho desgaste y debe estar preparado para ello y poder pedir ayuda cuando sea necesario.

Tips.

  • Es importante tener paciencia y mantener una actitud positiva; los cambios son graduales.
  • Recuerde que el hecho de que una persona no pueda hablar no significa que no escuche o que no entienda.
  • Demuestre cómo realizar una tarea. Divida todas las acciones en pequeños pasos. Aclare cuál es el siguiente paso.
  • Repetición. Aunque ya haya hecho una acción 20 veces, abórdela como si fuera la primera vez.
  • Paciencia al comunicarse. Hágalo despacio, pronunciando con cuidado.
  • Acérquese, establezca un contacto visual o táctil.
  • No complete las frases de la otra persona, no intente adivinar.
  • Dele a la persona el tiempo necesario para responder.
  • Intente entender los cambios emocionales de la otra persona.

Estrés del cuidador

Cuidar a alguien puede ser gratificante y más si es un ser amado, pero también puede generar estrés, ansiedad y depresión. Los cuidadores por definición son personas de la familia o externas que asisten al paciente en actividades de la vida diaria, tales como bañarse, alimentarse, desplazarse y tomar los medicamentos, entre otras cosas. Ser cuidador nos expone a múltiples sentimientos; algunos son positivos, como la satisfacción por ayudar al bienestar de un ser querido, pero también se dan con frecuencia algunos negativos, como la sensación de impotencia, culpa, soledad, preocupación, tristeza, o incluso rechazo hacia la persona dependiente.

El estrés del cuidador hace referencia a la tensión emocional y física producidas por cuidar de otra persona en forma permanente. Los síntomas más frecuentes son: 

  • Aislamiento.
  • Sentirse abrumado.
  • Sentirse solo o abandonado por los demás.
  • Dormir mucho o muy poco.
  • Aumentar o bajar mucho de peso.
  • Sentirse cansado la mayor parte del tiempo.
  • Desinterés por las actividades lúdicas y las personas, lo cual puede ser un síntoma de depresión.
  • Irritarse o enojarse con facilidad.
  • Sentirse preocupado o triste con frecuencia.
  • Castigos, trato despectivo o vejatorio hacia la persona que se cuida.

Tips.

  • No espere a tener que decir no puedo más , pida ayuda; va en ello su salud, la de los suyos y la de quien está cuidando.
  • Trate de llevar una vida sana y socialmente activa.
  • Reserve tiempo para usted y no renuncie a las cosas que le hacen bien.
  • No asuma más de lo que pueda hacer.
  • Involucre a otros en el cuidado de la persona dependiente.
  • Hable de la situación con otras personas y exprese sus necesidades y sentimientos.
  • Fomente al máximo la autonomía de la persona dependiente. Todo lo que pueda hacer por él mismo, no lo haga usted.
  • Si no es la persona adecuada para cuidar y puede hacerlo, delegue las tareas para que se encarguen otras personas o los profesionales.
Donde obtener ayuda

Dónde obtener ayuda

Si usted reconoce que está padeciendo estrés del cuidador, hable con su familia y comuníquese con un psicólogo o psiquiatra, es el personal idóneo para esta problemática. No tenga miedo o vergüenza de pedir ayuda.